Dragon ball infinite world:
El título que hoy nos traemos entre manos, es la despedida de Goku, Trunks, Vegata y cia de la segunda consola de sobremesa de Sony. Si hiciéramos un repaso rápido y con poca atención a los pormenores de las aventuras en busca de las Bolas de Dragon, pocas consolas han tenido la suerte de recibir tantos títulos, juegos y adaptaciones de la obra del gran Akira Toriyama. La franquicia de Dragon Ball ha sido adaptada y versionada a una decena de sistemas y consolas, algunas con mejor fortuna que otras. PlayStation 2 ha contado con varios títulos de diversa índole, destacando la saga "Budokai" enfocada a un tipo de juego más clásico y a "Tenkaichi", con una simulación algo más parecida a lo que muchos de nosotros hemos visto miles de veces en las reposiciones televisivas durante tantos años.
El avance de las técnicas de cell-shading y el aglutinamiento masivo de personajes fueron consiguiendo productos cada vez más depurados y completos. Los resultados obtenidos por Spike y Dimps fueron alabados y festejados por decenas de miles de usuarios y fans de las aventuras de la obra de Toriyama. El objetivo de conseguir el juego más completo y redondo sobre el universo de Goku estaba al alcance de la mano. Y lo que es más: muchos apostaban por verlo antes en PlayStation 2 que en su hermana más reciente, PlayStation 3.
Dragon Ball: Infinite World es la última apuesta de Atari y Bandai para conseguir un juego definitivo de Goku. Mentiríamos si os comentáramos que es la definitiva, pero lo que sí es cierto es que ha conseguido mejorar ciertos aspectos en la jugabilidad y en la historia, pero ha descuidado otros muy importantes, dando resultado a un juego irregular. Sin más dilación, os presentaremos los pros y los contras de la última aventura del saiyan más conocido del panorama mundial.
Namco Bandai ha querido ofrecer a los aficionados un estilo directo, sencillo y rápido, orientado a la sucesión de misiones inspiradas en la historia principal de la saga. El Modo "Dragon Mission" es el principal aliciente jugable de Dragon Ball: Infinite World. El argumento, como muchos de los fans sabrán, está basado en la línea temporal de Dragon Ball Z y GT. Empezaremos con la llegada de los Saiyans (Raditz y Cia) a la Tierra, y continuaremos por las clásicas contiendas contra Célula, Freezer o Bu, terminando con la lucha a muerte con los dragones resultantes de las bolas negras.
El modo "Dragon Mission" es lo que en principio podría parecer una sucesión de combates clásicos uno contra uno, pero que se convierte en una interesante mezcla de misiones basadas en objetivos y combates aderezados con buenas secuencias de video. Dichas secuencias, ayudarán a la narrativa de una forma bastante acertada y serán recreaciones casi perfectas con respecto al anime. Eso sí, como nota, hay que decir que ciertas escenas están ligeramente censuradas y que no están todo lo bien rodadas que deberían, siendo toscas y simples en algunos casos. Aún así, un buen intento de dinamismo por parte de Bandai, y lo que es mejor, un detalle para todos aquellos que deseen un modo lo más parecido a la serie que tanto veneran. Aún así, y pese a una buena capa de pintura, no es oro todo lo que reluce.
Mi opinion es que dbz infinite world comparado con dbz budokai tencaichi 3 diria que infinite world las peleas que hay en el modo historia son como realmente pasan en los capitulos de dbz lla que son más largas e intensas.
El momento de los combates destaca por su simpleza, con pocos ataques y menos movimientos, dejando en evidencia un aspecto que creíamos trabajado o por lo menos, bien planteado. Y es que, tal sencillez, trae consigo un omnipresente trabajo de recolección de habilidades. Durante el "Dragon Mission" podremos recoger ciertos elementos que nos darán créditos y dinero, que podremos canjear y cambiar por habilidades más complejas o movimientos especiales. Éste cambio de mecánica obliga al jugador a comprar habilidades y mejoras para poder avanzar en niveles o situaciones al final de la aventura, donde la dificultad aumentará. Aún así, reiterando lo dicho, la dificultad en relación con la duración del juego es bastante endiablada, suponiendo un reto para el más versado o espabilado jugador. Todo ello, hablando siempre de las batallas uno contra uno.
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